Se creía que las maldiciones de los padres o de las madres
tenían efecto sobre los hijos.
En el año 1921
Aurelio de llano recogía una
leyenda en Ibais denominada “El lobo de la calza”.
Un rapaz infligía la prohibición de comer carne en cuaresma y
el padre le echaba una maldición:” Permita Dios te vuelvas lobo durante siete
años y ya te fartes de carne”. Al momento, el mozo sale corriendo, se desnuda
y revolcándose entre el polvo se
transforma en lobo, pero se le había
olvidado quitarse una calza, y
por esa característica le conocían cuando le veían por el monte. Tras los siete
años de maldición volvería a revolcarse en el polvo y recuperaría su aspecto
humano.
En Belmonte se habla de la misma maldición hacia un hijo, transformándolo en Llobu Cervante, nombre con el que se le conoce al lince en Asturias (serval o cervalle en piamontés y provenzal
se refiere al carácter montuno y feroz)…
En este caso
el LLobu Cervante cayó en una
trampa a los siete años en una cacería
en Picu Grande, volviendo a ser persona.
También en
Cangas del Narcea se habla del llobu cerval que merodeaba por las sierras del
Pandu. De aspecto feroz, más oscuro y grande que el resto de la manada.
En Villar de Vildas
en So miedo un hombre transformado en
lobo recibió un disparo que le arrancó una uña de una pata al
intentar atacar el ganado de un vecino.
Cuando recuperó su forma humana a los
siete años le faltaba un dedo del pie.
Encontramos
similares referencias a estas leyendas en una obra anónima noruega escrita
alrededor de 1250 llamada El espejo de
los reyes. En ella se nos cuenta, que cuando San Patricio predicaba el
cristianismo en Irlanda, los paganos planearon arrojarse sobre él y matarlo. Enterado el santo de sus
proyectos les maldijo: “Puesto que planeabais
arrojaros sobre mi como lobos, así seréis durante siete años”, castigo
que pasó también a sus descendientes, teniéndose por los irlandeses más puros aquellos que durante
siete años de su vida fueron lobos.
En otra leyenda de
Pola de Lena.
Una moza tiene
un hijo de soltera al que a los siete años maldice por revoltoso “Dios quiera
que te conviertas en llobu pa que vaigas pal monte otros tantos años como
tienes” Transformado en lobo vagó por los montes próximos al Picu Cogullu, librándose de caer en las monterías
y pozos llobales. A los siete años recupera su forma original, se presentó en
casa de su madre, y para demostrar que la maldición había terminado, le mostró
siete pelos de lobo que aún le quedaban en el pecho, uno por cada año que vivió
transformado en bestia..
Por tierras de Cangas del Narcea se habla de los Llobos Meigos,
gente dañina que se transforma a voluntad para atacar el ganado delos vecinos
En Dinamarca se cree que una madre puede transformar en lobo
a sus hijos varones si se procura un parto sin dolor. Si una mujer a media
noche, extendiese entre cuatro palos la membrana que envuelve a los potros al
nacer y se estira desnuda sobre ella, pariría sin dolor, pero todos sus hijos
serán “varulf” es decir, hombres lobo.
Por eso cuentan que una noche, una mujer fue atacada por un lobo enorme, del
cual consiguió escapar aunque la bestia le arrancó un trozo de mandil. Por la
mañana des cubrió que su marido tenía restos del mandil en los dientes. Fue ella cuando le conoció y
le dijo; “Tú eres un Varulf” El hombre, le explico que se había roto la
maldición de su madre…Al pronunciar ella la palabra Varulf
Todas estas leyendas
guardan una estrecha relación con historias de hechicerías y maldiciones, así
con una vinculación con el agua o
revolcarse en el polvo para iniciar la metamorfosis,
que acostumbraba a ocurrir en la vigilia del Viernes Santo, el primero de mayo,
San Juan, el día de los difuntos o las noches que van desde la celebración de la
Navidad a la Candelaria
Fuente:
" Mitos y leyendas asturianas"
de Alvarez Peña
Fuente:
" Mitos y leyendas asturianas"
de Alvarez Peña